Todo comienza en el año 50 antes de Cristo, justo cuando un diabólico emperador (Jet Li), y su ejército son convertidos en estatuas de terracota por una hechizera (Michelle Yeoh). Volvemos a 1946, cuando Rick y Evelyn viven en Oxfordshire tras haber sido espías para los británicos durante la Segunda Guerra Mundial. En esta época no tienen mucho trabajo y aceptan llevar a cabo una última misión para sus antiguos jefes, que consiste en devolver un artefacto preciado que ha sido sustraído al museo de donde provenía, Shangái. Mientras, el hijo de la pareja (Luke Ford), descubre la tumba del emperador maldito y es aquí donde comenzaran los problemas para esta familia.
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